Cuando era una niña de 5 años...
disfrutaba remojarme en la playa...hasta tener las yemas arrugaditas, como pasas.
Llevaba una peineta bonita...de esas que parecían de verdad de oro y plata y piedras preciosas.
La perdí entre las olas.
Mi mamá me consoló diciendo que una sirena la recogería...
Yo le creí...
A los ocho descubrí que no existían...
No culpo a mi madre por mentirme...simplemente no me quería ver llorar.
Es uno de los gestos más hermosos...a ella se lo puedo perdonar...a otros no...
Después de todo... ella es a la única mujer a la que amo de verdad...porque siendo como soy, sé que no cualquier persona sería capaz de amarme. Su amor es incondicional. Y yo la amo.
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glücklich sein...moin moin