Quemaduras de cigarro...

Moin moin

 Prohibido...tentador, placer.
Así describo nuestro amor...
tal como lo es encender un cigarro,
a escondidas de la piel.

La piel sospecha...mira suspicaz...
pero no sabe de su existencia.
Se impregna de un olor familiar,
pero ni ella misma se da cuenta.

Que genial sería vivir el fuego de nuestro amor
si no fuera porque nuestro límite es la piel.
Una piel delicada, sensible...
que fácilmente puede arder.

El cigarro se hace pequeño con el tiempo...
ha quemado el filtro... lo apagamos
porque si toca la piel... sería muy trágico todo.
Y no...no conviente descubrirnos ahora.

Es un riesgo...la más pequeña brasa
puede hacer un gran daño...
¿Qué es lo que se debe hacer
al escoger entre el amor y el placer?

Somos un cigarro encendido...
y ella es la piel sensible...
maldito triángulo de amor
maldito escondernos de la piel.

Sé que esto no puede continuar así,
por ello...decido consumirme...
antes de que la piel se de cuenta...
no deseo lastimarla.

Se acabó la adicción.
Escogiste el placer...
y dejaste el fuego del amor,
ahora me lo llevo lejos de tí.

Como quemaduras de cigarro...
te  has quedado en mi corazón.