Moin moin
Dedico este chiqui-pensamiento a Jerson Hondall, por escribir acerca de un comentario de las chicas que criticaron a alguien que decidió estudiar música. Bien, esto es para todos los amantes del arte.
El mundo no es el mismo...
Ya no es igual. Las cosas buenas pasaron a un segundo o tercer plano. En el primer plano casi siempre está el señor don Dinero.
El acumular...sólo acumular: tengo más dinero que tú, más autos que tú, mi celular guarda más canciones que el tuyo. ¿Hacia dónde se ha ido el sentido de la vida cuando todos nos comportamos como robots?
Ya no hay nada por lo cual luchar...las cosas que valían la pena han sido conquistadas...y ahora ¿Qué sigue?
El egoísmo se apodera de nosotros, todos quieren el éxito personal... pero al no saber controlarlo, nos olvidamos que somos seres con sentimientos...y que otros nos aman.
Y a todo esto ¿En dónde entra el arte? El arte nos permite expresarnos, manifestar sentimientos y hacer que otros lo sientan también. Antes ser un artista era algo privilegiado...si tenías en tu casa a un actor, un músico, un cantante, un pintor... era de suma riqueza tener a alguien así bajo tu techo. Ahora parece que es una pena tener a alguien que explota su sensibilidad para descubrirse a sí mismo y para compartir esa sensibilidad con los demás. El arte ha perdido el valor, ya nadie lo respeta ni lo quiere cultivar. Las personas van tras el dinero...y no tras la felicidad. Pareciera que las palabras de Tomás de Aquino "Felicidad...el fin último del hombre" han sido cambiadas totalmente por una riqueza efímera.
Es cierto, que todos nacimos desnudos, carentes e indefensos. En lo personal yo creo mucho en Dios (ustedes llamenlo como deseen), y yo siento que Dios nos ha dado a cada uno un talento, una sensibilidad. El dinero no nació con nosotros... pero sí el talento y la sensibilidad. La riqueza no es duradera, pero nuestras cualidades siempre serán recordadas. Es irónico pensar, que los artistas crean una obra, llámese pintura, escrito literaria, música, estilo propio... pero que al morir... siempre serán recordados...porque sus obras, son inmortales. Las obras de un artista nacen y viven para siempre; los artistas no.
Así que, no hay motivos para criticar a alguien que se dedique al arte. Es cierto que sale de algo seguro para encontrarse con algo sumamente desconocido, pero ese es el desafío para todos los artistas: deben esforzarse a lo máximo para que su obra sea conocida. Y si bien, al terminar de leer esto sigues pensando que el estudiar un arte es una perdida de tiempo, un estorbo y un camino sin sentido ni final, tengo unas palabras para ti: PUDRETE CABRÓN.

¡Muchas gracias por la dedicatoria Viry! -JH.
ResponderBorrar